miércoles, 3 de marzo de 2010

La aceptación definitiva por T Cabot

Esta semana la sumisa debía pasar unas pruebas antes de ser aceptada definitivamente en la cuadra y estaba nerviosa pues no sabía cuáles serían las pruebas pero deseaba superarlas y poder tener el placer y el premio de pertenecer a su Dueño.
Pasé por la estación a buscarla, se bajó del tren con una maleta pequeña, me buscó con la mirada ansiosa y al verme una amplía sonrisa se dibujó en su rostro para bajar la cabeza de inmediato.
"Hola, mi preciosa sumisa, ¿cómo ha ido el viaje?" "Bien, mi Señor, gracias por preguntar, mi Señor, su esclava le pide perdón por haber levantado la vista" "No te preocupes, no lo tendré en cuenta por esta vez, que llevas en la maleta?" "Lo que el Señor ordenó a la esclava, un par de faldas, dos blusas, unas braguitas y sujetador y las cosas de aseo" Sin añadir nada más nos dirigimos al coche, al llegar a aparcamiento, me quedé parado para ver la reacción de la esclava, la esclava se quedó parada haciendo el gesto de abrir la puerta pero se dio cuenta a tiempo de su error y se quedó quieta esperando órdenes, le indiqué que colocara la maleta en el maletero y se colocara delante, tras dar las gracias y acomodar su escaso equipaje, se colocó en el asiento delantero con las piernas ligeramente abiertas, me acomodé y nos fuimos, durante el trayecto comprobé que obedeciendo mis órdenes no llevaba ropa interior, acaricié su coño que se empapó casi al momento y pasé mis dedos por su pubis mientras ella se arqueaba y subía su falda para facilitar mis movimientos y gemía suavemente. "¿Cuánto lleva mi esclava sin tocarse?" "Desde hace un mes, mi Señor, como mi Dueño indicó" "Estás muy caliente, ¿verdad?"
"Sí, mi Dueño, su esclava está como una perra en celo deseando que su Amo la use como desee" Paré en una cafetería para tomar un bocado y la esclava se quedó de pie delante del coche esperando permiso para bajarse la falda, se lo di y entramos en el local, me senté y mi esclava lo hizo a continuación sin esperar mi permiso, se dio cuenta y, con un gesto asustado, se levantó y bajó la cabeza, le di permiso para sentarse y pedí las consumiciones sin que ella abriera la boca; mientras tomábamos las consumiciones en una mesa retirada aproveché para jugar con mi pie con el coño de la esclava y observar sus esfuerzos para no gemir ni correrse, al cabo de un rato nos fuimos para gran alivio de la esclava que se notaba que no lo soportaría mucho más, llegamos a casa sin más contratiempo y en el garaje de la casa mi esclava se quedó quieta y de pie mientras yo le colocaba su collar y correa y levantaba su falda y abría su blusa y la llevaba así al ascensor mientras ella sujetaba su equipaje y temblaba ante la posibilidad de ser vista por los vecinos. Llegamos al piso sin ser vistos por los vecinos, entré en casa y la esclava esperó en la puerta el permiso para pasar, tras recibirlo entró, dejó su maleta y se desnudó totalmente, se quedó de pie, piernas abiertas, mirada baja y manos en la espalda, la tomé por la correa y la llevé al salón y me senté

"esclava, colócate en posición sumisa"

"sí, mi Señor"

.Al momento la esclava se colocó de rodillas frente a mí, con la frente tocando el suelo y los brazos cruzados delante de la cabeza, me entretuve admirando su pose y acercando mis pies a su cabeza para jugar con su pelo y ver como besaba los zapatos de su Amo.
"Ve por la fusta mi obediente perrita, la tienes en su sitio, el armario de los juguetes"

Se levantó e hizo ademán de ir al armario

"¿tu Amo te ha dado permiso para levantarte, perra torpe?" "No, mi Señor, la perra torpe pide disculpas a su Dueño por ser tan torpe y estúpida"

Se puso a 4 patas y se acercó al armario donde se quedó quieta

"Puedes usar las manos para abrir la puerta, perrita torpe, pero debes aprender a hacerlo con la boca, para eso tu Dueño pone las cosas en lugares accesibles" "Gracias por ser tan comprensivo con esta perra torpe, mi Señor" Tras coger la fusta y ponerla en su boca se acercó gateando y la depositó en mi mano al tiempo que las lamía para compensar su fallo

"Ponte en posición de inspección, tu Amo debe examinar la mercancía antes de comprarla"

De inmediato se colocó de rodillas, piernas bien abiertas, mirada baja y las manos entrelazadas tras la nuca y la espalda ligeramente arqueada para ofrecer mejor los pechos, con la fusta recorrí todo su vientre, el contorno de los pechos, su pubis, brazos y muslos mientras la esclava gemía por la excitación

"Da la vuelta, perra torpe"
Se giró rápidamente sin perder la postura y arqueó hacia delante la espalda para ofrecer mejor su culo, con la fusta fui dando pequeños azotes por su espalda, hombros, muslos y culo. "¿La esclava ha limpiado sus orificios?" "Mi Señor, la esclava ha aseado su coño pero por los nervios del viaje se olvidó limpiar su ano, la esclava ruega disculpas a su Dueño". "Debería echarte a la calle, sucia perra; ¿acaso esperabas que tu Dueño usara el asqueroso culo de la esclava y ensuciara su polla con su mierda?". "No, mi Señor, su perra torpe sabe que debe aprender mucho y ruega no la eche de su lado, mi Dueño, la perra torpe se esforzará para complacer a su Señor y espera el justo castigo por su torpeza y suplica una oportunidad a la Luz que le guía y no ser repudiada como merece". "Bien, perra, tu Amo desea enseñar a la perra a comportarse como tal, debería ponerte como nombre "sucia perra estúpida" y grabarlo en tu collar, más adelante decidiré el castigo, entre tanto, ponte de pie para continuar la inspección y te quedas con ese nombre". "Sí, mi Señor, la sucia perra estúpida agradece a su Dueño su bondad y el honor de recibir el nombre que su Amo sabiamente ha escogido para la torpe esclava". Tras palpar bien todo su cuerpo, pellizcar sus pechos, muslos y culo, metí tres dedos en su coño y me entretuve masturbando a la esclava, ésta comenzó a gemir y adelantar el coño para facilitarme el movimiento, se mordía los labios intentando mantener la compostura y no correrse, cuando noté que estaba a punto, paré y metí mis dedos pringados en su boca, lamió con avidez sus jugos hasta limpiar totalmente mis dedos. "Bien, sucia perra estúpida, basta por el momento, vamos a dejar tus cosas"

Recogió su maleta y me siguió a la habitación donde le indiqué que la colocara en un rincón y me siguiera a la cocina, donde tenía las cosas de la cena preparada. "Ahora tu Señor desea ver si la sucia perra estúpida es capaz de preparar y servir la comida, tienes 10 minutos para presentarte con la cena ante tu Amo en el salón"

Sin añadir nada más la dejé en la cocina y me fui al salón, a los 10 minutos justos se presentó en la puerta, se quedó dudando si entrar y sin levantar la mirada pidió permiso

"mi Señor, la sucia perra estúpida solicita permiso para pasar y servir a su Dueño"

"Puedes pasar y comenzar a servir, sucia perra estúpida". La cena transcurrió sin contratiempos, la esclava se quedaba con los platos en la puerta hasta recibir permiso, tras completar la cena, se quedó a mi lado esperando, la miré mientras acariciaba su culo

"esclava, ¿cuánto llevas sin comer?"

"mi Señor, la sucia perra estúpida lleva sin comer desde la mañana"

"¿Deseas comer, sucia perra?"
.
"Sólo si mi Señor lo desea, la sucia perra estúpida sabe que no merece el premio de la consideración de su Amo y que no es más que un estúpido animal al servicio de su Dueño". "Muy bien, sucia perra estúpida, me ha gustado la respuesta, una estúpida perra no merece más que humillaciones, no te has ganado aún ser considerada esclava pero puedes comer las sobras que tu Amo te ha dejado en tu bol y beber el agua mezclada con la orina de tu Señor"

Tras agradecer el permiso la perra se abalanzó sobre su comida y la terminó sin usar las manos, como le había enseñado.

Tras recogerlo todo, como le ordené, regresó al salón y se colocó a mis pies con su cabeza apoyada en ellos y la correa en mis manos mientras reposaba.

Tras unos minutos, la miré, tiré de la correa y levanté ligeramente su cabeza

"sucia perra estúpida, ahora tu Amo debe higienizarte antes de acostarte a los pies de su cama"

"Sí, mi Señor, la sucia perra estúpida agradece a su Amo que pierda tiempo con este estúpido animal que no merece tanta consideración"

Nos dirigimos al baño y la coloqué en la bañera, a 4 patas y me entretuve dirigiendo el chorro de agua templada por todo su cuerpo y pasar una esponja jabonosa por todas partes, luego desenrosqué el telefonillo de la ducha y con la manguera introduje medio litro de agua tibia en su ano, le coloqué un tapón anal y le dije que contrajera su esfínter para que no se escapara nada puesto que le haría lamer cada gota que escapara; con gran esfuerzo soportó todo el proceso. Al cabo de unos minutos, le permití evacuar todo el contenido, con gran alivio soltó todo el agua mezclada con sus heces y también se le escapó un pequeño chorro de orina.

"mi Señor, la sucia perra torpe agradece ser higienizada por su Amo y pide disculpas por orinar sin Su permiso"

"Bien, perra, esto se suma al castigo por no ponerte el enema antes de venir"

"Sí, mi Señor, gracias por corregir a la sucia perra estúpida". Tras secarla nos trasladamos al salón, cogí mi fusta y le ordené ponerse en la posición de castigo: piernas bien abiertas, manos entrelazadas encima de la cabeza: até sus manos a una argolla del techo y trabé sus piernas con una barra. Tras recorrer su cuerpo suavemente con la fusta, le indiqué el castigo

"¿Cuántos azotes cree la sucia perra que merece?"

"La sucia perra estúpida merece todos los azotes que su Amo desee y en la forma y lugar que la Luz de su vida desee"

Comencé suavemente con las nalgas, 10 en cada una mientras aumentaba la fuerza

"Uno, gracias mi Dueño por educar a la sucia perra estúpida"

"Dos, gracias mi Amo por perder su tiempo con la sucia perra estúpida"

....
"Diez, gracias mi Señor por adiestrar a la sucia perra estúpida".

Tras el culo, proseguí con diez en la espalda y cinco en el coño

"Uno, gracias mi Amo por calmar el caliente coño de la sucia perra estúpida"

...

Luego, antes de desatarla, pasé una crema calmante por las marcas para aliviar el escozor, la desaté y me senté en el sillón, si decirle nada, se colocó a mis pies, levanté su cabeza y la puse en mis rodillas, mientras le acariciaba el pelo, comentamos cómo había ido el día y sus sentimientos.

"¿Cómo está la sucia perra estúpida?"

"mi Dueño, mi Sol, la sucia perra estúpida está feliz a los pies de su Amo y por ser entrenada y usada por su Dueño". "¿Dispuesta a seguir?". "La sucia perra estúpida desea seguir hasta dónde su Amo quiera llevarla y espera no defraudar la confianza de su Amo". Tras cogerla de la correa, nos fuimos al dormitorio, le abrí las piernas, le masturbé unos minutos, luego le puse un consolador en el coño y otro en el ano, até sus manos a la espalda y la tumbé a los pies de la cama

"¿Estás cómoda, mi perrita?"

"mi Señor, la sucia perra estúpida está cómoda por que está en la postura que su Amo desea"

Tras darle un beso en la cabeza le di permiso para dormir. A la mañana siguiente me desperté al sentir a la perra moviéndose a mis pies, le sonreí, le di los buenos días y me respondió

"mi Señor, la sucia perra estúpida le da los buenos días y espera no haber molestado al Señor con su movimiento"

Tras decirle que no y acariciarla, le retiré los consoladores, la hice limpiarlos con la lengua, la desaté y nos fuimos a baño, la coloqué al lado de la taza y fue lamiendo el chorro de orina que caía en la taza, tras asearme y darle permiso para hacer lo mismo, le ordené preparar el desayuno. Me lo llevó al salón y le pregunté:
"¿No desayunas, perra?"

"Perdón, mi Señor, la sucia perra estúpida no preparó nada para ella por que no recibió orden de su Amo"

"Prepara un café con leche y una tostada para ti"

"Gracias mi Amo"

Después de desayunar, abrí su maletín y escogí una falda de vuelo, a medio muslo, el sujetador y la blusa a juego, semitransparente.

"Vamos a comprar un collar de prueba y dar un paseo"

"Sí, mi Señor, gracias por dignarse escoger ropa para la sucia perra estúpida". Tras vestirme nos fuimos a por el coche, le permití ir delante, piernas abiertas y falda ligeramente remangada; aparqué en un centro comercial, dimos un paseo mirando cosas y entramos en una tienda de mascotas, tras mirar un rato y probar modelos, elegí uno morado con remaches y cadenitas. Nos fuimos al dependiente y le pregunté

"¿Podemos grabar este collar?"

"Sí, caballero, elija una placa"

Elegí una con dibujos en los extremos

"Buena elección, ¿qué nombre ponemos?"

"sucia perra estúpida"

El dependiente me miró extrañado y sin saber si era broma. Al ver que le miraba serio y tranquilo, hizo un ademán con los hombros y lo grabó; miré a mi esclava y vi que estaba nerviosa y excitada. Al traer el collar, el dependiente preguntó si lo envolvía

"No gracias, lo llevamos puesto"

Lo cogí de su mano y lo coloqué en el cuello de la esclava, estaba preciosa y muy ruborizada, el dependiente nos miraba alucinado; miré a la esclava

"¿qué se dice?"

"Gracias, mi Señor por escoger tan bonito collar para la sucia perra estúpida"

Tras escoger una correa a juego, pagué y salimos

"sucia perra, no te voy a colocar la correa, debes aprender a caminar sin necesidad de sujetarte"

"Gracias, mi Señor"

Se colocó detrás y a un lado, con la mirada baja y muerta de vergüenza, paseamos por el centro y entramos en una tienda de ropa, miré un rato mientras la dependienta y una clienta nos miraban; escogí una falda corta, una blusa casi transparente y un conjunto de sujetador y braguita y tanga. La dependienta, tras mirar a la esclava indicó que el probador estaba al fondo

"No hace falta, ¿verdad, perrita?"

"No, mi Señor, la perra se lo probará aquí si a la Señora dependienta no le ofende"

Sin decir nada más, se desnudó y esperó que la vistiera. Tras colocarle el tanga y el sujetador, se lo ajusté bien y le indiqué que pidiera opinión. Ruborizada, se acercó a la clienta

"¿Cómo cree la Señorita que le queda el conjunto a la sucia perra estúpida?"

"bbbb...bien, es un conjunto muy bonito pero puesto de otra manera quedaría mejor"

Tras mirarme y ver mi aprobación, se dirigió a la clienta

"Sería tan amable la Señorita de colocarlo bien, esta sucia perra es muy estúpida y no es capaz de hacer esas cosas"

Tras hacerlo y darle las gracias, le probé el resto de la ropa, le dije que nos lo quedábamos todo y fue a la dependienta para que lo envolviera; tras mirarme suplicando que no lo hiciera, se resignó, se acercó a la dependienta

"Señorita, ¿puede desvestir a la sucia perra estúpida y envolver la ropa que su Amo sabiamente ha elegido para la esclava?; gracias por ayudarla, la sucia perra estúpida no puede tocarse sin permiso de su Amo"

Tras pagar y dejar a la dependienta y la clienta mudas de asombro, salimos de la tienda y nos dirigimos al coche.

Nos dirigimos a casa, por el camino le pregunté que había sentido

"Mucha vergüenza, mi Señor, y excitación por ser exhibida por mi Amo"

Le di permiso para tocarse sin correrse y llegamos a casa, al salir del coche, le ordené desnudarse, le coloqué la correa, tomé sus ropas y la llevé a 4 patas al ascensor; temblaba, de frío y de excitación. Subimos sin cruzarnos con nadie (a esa hora sabía que era difícil encontrar vecinos) junto a la puerta me entretuve un rato para aumentar su excitación, entramos y fuimos al salón, al quitarle la correa se restregó contra mi muslo.

"mi Señor, la sucia perra estúpida solicita permiso para ir al baño"

"Ve a la terraza, tu Amo te ha preparado un sitio"

"Gracias, mi Señor"

Fui tras ella y esperé mientras hacía sus necesidades y se ensuciaba los muslos al tener que hacerlo a 4 patas

"Realmente eres una perra sucia, te has manchado entera con tus restos"

"mi Señor, la sucia perra estúpida pide perdón por ser tan torpe y ensuciarse entera"

Tras limpiarla bien pasamos al salón, até a la perra a la pata de la mesa y preparé la comida; lo llevé todo a la mesa y comí mientras la esclava esperaba permiso. La miré, le puse su comida y le autoricé a comer, lamió mis manos agradecida y comió con ganas. Después de comer y recoger, nos fuimos al dormitorio

"sucia perra, va a tener el honor de desnudar a tu Dueño y saborear su polla, tu Amo está muy excitado por lo de hoy"

La esclava puso cara de inmensa felicidad y con mimo me desvistió y comenzó a lamer desde los pies, subiendo poco a poco y tragar toda mi polla, lamiendo toda la caña, los huevos y el escroto, le di permiso para usar las manos y se aplicó en la tarea con ganas, tras un rato de lamidas y chupeteos me corrí en la boca de la esclava que me miró agradecida y esperó mi permiso para tragar; tras obtenerlo, lo saboreó todo

"mi Señor, la sucia perra estúpida agradece a su Amo el honor de darle placer y saborear el precioso líquido de la polla de su Dueño"

Tras acariciarla, la coloqué a los pies de la cama y nos dormimos un rato. Tras la siesta tomé a la esclava y la llevé al salón, se colocó en posición de inspección y recorrí su cuerpo con los dedos, explorando todos los rincones y notando que su excitación no había bajado; la dejé en medio del salón y cogí unas cuerdas y comencé la sesión de bondagge. Dividí la cuerda en dos, la pasé por sus pechos, dando varias vueltas, luego por los labios de su coño, bien abierto, la raja de su culo, bien tirante, subiendo por su espalda, vuelta en su cuello, bajando por entre los pechos, cruzada y pasada para atrás para atar sus brazos a la espalda; trabé sus tobillos con cadenas y uní sus pezones con pinzas de mordaza unidas con cadena; pasé la correa por ella y la bajé al coche y la puse detrás, tapada.

Nos dirigimos a la montaña, a un paraje tranquilo; la saqué del coche y dimos un paseo. La esclava iba lenta y sufriendo por la limitación de movimientos y gemía; luego puse la correa junto a su coño para tirar más de la cuerda... la perra gemía y sudaba por que el roce le producía contracciones y un placer incontrolable; a los pocos minutos de estar paseando así aumentaron los gemidos

"mi Señor, la sucia perra estúpida pide permiso para correrse"

"No, aún no, pequeña perra caliente"

Di un par de tirones y noté que sus jugos resbalaban por sus muslos

"sucia perra, no has podido contenerte, ¿verdad, asquerosa estúpida?"

"No, mi Señor, la sucia perra estúpida es un animal torpe y caliente que no merece el honor de estar cerca del Dueño de su vida y Luz de su camino"

Tras darle dos bofetadas y decirle que ya lo corregiría, nos fuimos al coche; la puse de nuevo detrás y nos acercamos a una calle comercial. Aparqué en un parking, le coloqué una gabardina, le quité las tobilleras y coloqué una bufanda para disimular la cuerda; nos acercamos a un sexshop, entramos, le quité la gabardina y bufanda y nos acercamos al mostrador:

"Buenas, necesito varias cosas para esta sucia perra estúpida y caliente"

"¿Qué desea el señor?"

"Iremos mirando"

Dimos varias vueltas y escogí un látigo, unas bolas chinas, mordazas y un cinturón de castidad, nos acercamos al dependiente; desaté la cuerda, abrí las piernas de la esclava y le coloqué el cinturón de castidad mientras ella estaba roja de vergüenza; até bien sus pechos, que resaltaban como globos, le puse la gabardina y nos fuimos.

Al llegar a casa la coloqué en medio del salón

"Tu Amo va a enseñarte a controlar tu calentura, perra estúpida"

"Gracias mi Señor, la sucia perra necesita entrenamiento"
La coloqué en posición y le coloqué diez agujas en cada pecho (una atravesando cada pezón) y la mordaza; luego le di 30 azotes en espalda, muslos y vientre con el látigo; la esclava lloraba y babeaba tras el castigo. Le quité las agujas y la acaricié

"Gracias mi Señor por educar a la sucia perra estúpida y perder su tiempo con ella"

Tras desatarla la curé y la acaricié; le preparé la cena, cenamos y pasamos al dormitorio

"sucia perra, hoy tu Señor desea usarte y vaciarse en tu coño de perra en celo"

"Gracias mi Amo por ese inmerecido honor"

Tras quitarle el cinturón y masajearle la zona, la coloqué a 4 patas y la penetré desde atrás, la usé con fuerza y movimientos rápidos y lentos, parando y acelerando

"mi Señor, la sucia perra estúpida solicita permiso para ofrecerle su insignificante orgasmo"

"perra, cuando tu Amo se corra tendrás permiso"

"Sí, mi Señor, gracias mi Amo"

Tras alternar la follada en su culo y coño me corrí dentro de su coño mientras le daba permiso; la perra se corrió con abundancia de jugos y gimiendo como una loca

"Gracias mi Señor por permitir a la sucia perra estúpida gozar con su Dueño"

Tras limpiarme la polla le coloqué las bolas chinas y el cinturón de castidad y le di permiso para dormir.
A la mañana siguiente, tras el aseo y desayuno la coloqué delante de mí para la evaluación final

"¿Aún deseas entrar en mi cuadra?"

"Sí, mi Señor, para esta sucia perra estúpida no hay más vida que la de servir a su Dueño y ser la última de sus perras, la más humillada"

"Muy bien, perra, éste es el contrato de esclavitud donde renuncias a tu cuerpo, vida, pertenencias, posesiones y voluntad y lo pones todo en mi mano, si aún estás decidida, firma, ten en cuenta que no hay vuelta atrás y luego sólo serás una posesión que puedo usar, castigar, ceder, alquilar o vender"

"Sí, mi Dueño, la sucia perra lo sabe y sabe que puede ser emputecida para no causar gasto a su Amo y será un honor ser la puta de su Dueño y darle todo lo que posee"

La perra firmó sin leer el contrato y permaneció con la cabeza baja

"Quedan dos cosas, perra, vamos a la cocina"

Gateando se quedó en la cocina, cogí un gancho calentado al rojo y la marqué a fuego en su muslo izquierdo. Dio un grito y se le escaparon unas lágrimas, de dolor y de emoción, curé la herida y le puse un apósito; la abracé y besé; la llevé al salón y le di un paquete

"Es lo que falta, tu collar"

Lo abrió con nervios

"mi Señor, ¿no desea que su esclava lleve el nombre de sucia perra estúpida? es el que merece por ser tan torpe"
"tu nombre es el que va grabado en el nuevo collar"

Lo abrió y se lo quedó mirando, un collar morado, con incrustaciones y la palabra "wynn" grabada en letras doradas, se lo coloqué y besó mis manos y pies
"mi Señor, la perra wynn es la perra más feliz del mundo por que pertenece al mejor Dueño del mundo".