miércoles, 11 de febrero de 2009

INTENTANDO RECTIFICAR UN ERROR por Txiria

zuria está sentada delante de su ordenador; como cada vez que lo enciende, desde hace más de cuatro meses, una sensación de pesadez e inutilidad inunda su alma. Sin quererlo ni pensarlo su mente viaja hacia atrás, hacia la fatídica fecha en que de forma reiterada se negó complacer la voluntad de su Amo. Normalmente no deja que la pesadumbre la inunde pero hoy no puede reprimir el pensamiento y se deja llevar.
Piensa, “mi Amo” sí para ella sigue siéndolo el único Hombre que, con la ayuda de la esclava con la que convive la ha tratado con paciencia y la ha llevado por los caminos que ella desea recorrer; el único Hombre que ha sabido atenderla y guiarla; y ella, por una maldita cabezonería, Le ha obligado a que la abandone por cabezota y desobediente.
Un suspiro profundo e intenso se escapa de la boca de zuria; recuerda perfectamente lo sucedido, la orden concisa, reiterada y tajante por parte de su Dueño y su negativa contumaz a cumplirla; así como Sus últimas palabras: “si no haces lo que te mando, si te niegas a hacerlo, no habrá vuelta atrás, nunca en ningún momento.
Silenciosa y pesimista menea la cabeza con firmeza para despejarla de la corriente de melancolía que la ha invadido. ”Sigamos con lo que iba a hacer, se dice ya que si no lo acabaré nunca”.
Levanta la cabeza y la fija en la pantalla del ordenador. El Messenger, como siempre que se conecta está abierto y allí en medio de la lista del mismo está Él. “Lo que me faltaba” piensa mientras intenta decidirse a cerrarlo. Sin embargo, su voluntad no puede con sus ganas de intentar hablar con Él.
Aparta su vista del nick de Txiria con un esfuerzo tremendo y al hacerlo se fija en otro que está al lado, Maria_S la Sra. que es la esclava de su Dueño. Sabe que siempre la ha ayudado pero también que la causa tanto respeto que casi linda la admiración y, que ante ella, se siente pequeña, muy pequeña.
A pesar de ello, y contestando a un momentáneo impulso, decide abrirla una pantalla de conversación. No sabe, para que no tiene idea de que pueda sacar algo de ello pero……… no desea hablar con el Sr. Txiria (a pesar de que ya lo ha hecho alguna vez desde la ruptura) y necesita hablar con alguien, alguien con quien recuperar las sensaciones de antaño aunque sea fugazmente
- Hola – dice zuria
- Hola – contesta Maria_S - ¿qué tal estás?
- Bien, bueno más o menos bien.
- ¿Qué te pasa?
- Nada que no encuentro Amo para mí – mientras escribe se dice que menuda verdad es esa. Al fin y al cabo las dos veces que ha intentado estar con alguien desde que lo dejó con el Sr. Txiria han sido un fracaso absoluto.- Debe ser que soy incapaz de ser sumisa. Quizá es que no lo soy.
- No digas tonterías – la frase que emana la pantalla del ordenador la llega hasta lo más profundo de su interior como si se lo dijeran de una forma brusca y cortante al mismo tiempo que premiosa. - ¿Acaso lo que has hecho mientras has estado con mi Señor ha sido teatro???
- No, señora, no lo ha sido; disculpe y, por favor, no se enfade. Pero no encuentro a nadie a quien entregarme y ………….. además me siento tan poco capaz de seguir. – se produce una pausa en la escritura; una pausa que dura como medio minuto – me sentí tan mal cuando me despidió, cuando me echó de su lado que no sé que decir. – nueva pausa aunque más corta- Yo sé que necesito tiempo y que me den tiempo para hacer las cosas no que me lo digan de ahora para ya. Y creía que el Sr. Txiria lo sabía.
- niña haz el favor de no decir tonterías, la orden de depilarte tu coño y mantenerlo depilado te la dio el primer día que estuviste con nosotros; que yo estaba presente. Así que no era una orden nueva e imprevista.
- Ya – una nueva pausa se impone en la conversación.
En casa del Sr. Txiria y de Maria_S los ordenadores se hayan separados no más de tres metros. Maria_S mira a su Señor con cariño y adoración y le hace una pregunta a bocajarro:
- Mi Señor ¿me permitís una pregunta un poco arriesgada? Pero por favor, no os enfadéis cuando os la haga.- El Sr. Txiria levanta Su cabeza de lo que está haciendo, extrañado tanto por la forma como por el fondo del comentario de Su esclava.
- Dime, Mi linda niña. No te preocupes que no Me voy a enfadar.
- ¿No habría alguna manera de que zuria volviera a estar Su servicio, mi Dueño?
De la garganta del Sr. Txiria sale una risa profunda y alegre. Mira a Su esclava y se dice a Sí mismo lo mucho que la quiere y lo bien que le sirve.
- ¿Por qué Me lo dices, Mi preciosa princesa? – contesta Txiria – haberla, hayla:; pero como si no la hubiera pues no va a cumplir con ella……….
- ¿Por qué crees que no lo va a hacer? – Maria_S abandona de forma inconsciente el tratamiento pasándose al tuteo que es habitual entre ambos.
El cambio es debido al automatismo en las relaciones, sin dejar de ser Su esclava hay muchas veces que se comporta exclusivamente como si fuera solo Su mujer. Y ella ha percibido bien la desesperación de zuria y está convencida de que hará lo que fuera por volver a servir a su Dueño.
Por ello la seguridad de Txiria, la ha sorprendido; no creía que estuviera tan en disonancia con su opinión.
- Porque la única forma de que volviera a estar a Mi servicio es que Yo percibiera, más allá de toda duda, que no volverá a fallarme. Y sé que eso para ella es un esfuerzo casi imposible.
- mi Amo, ¿cómo se concretaría esa prueba?
- Sabes perfectamente que no he conseguido que viniera a Mi presencia vestida con falda; pues bien si, por sorpresa y sin avisarme, viniera vestida con falda, recibiera tu bendición, se arrodillara a Mis pies quitándose las bragas, y suplicara que la aceptara a Mi servicio que está dispuesta a cumplir Mi voluntad sin demora y sin objeciones……………….. estoy seguro de que la aceptaría pero……. no lo va a hacer; así que no hay nada que hablar.
- Pero a mi Amo no le gustan las sumisas muebles; quiere que Sus niñas tengamos opinión y capacidad de decisión y que nuestra entrega sea algo visible y voluntario que se plasme de forma clara en la forma de actuar – mientras Maria_S habla, Txiria la mira con una media sonrisa en Su rostro, mientras piensa en la idiosincrasia de Su esclava, como a pesar de su inmensa entrega está siempre dispuesta a defender a las otras sumisas hasta que la demuestran que no lo merecen con sus actos por intentar invadir espacios que no las corresponde.- siendo así, ¿cómo va a hacer lo que Ud. le diga sin decir nada cuando no esté de acuerdo???
- A ver Mi niña linda, creía que Me entendías que Me refería a las órdenes básicas de comportamiento, a las referidas a la comunicación y al comportamiento personal.
- Ahhhhhhhhh, bueno eso es otra cosa; y además lógico.
Sin decir una palabra más Maria_S se vuelve hacia la pantalla de su ordenador y se pone a escribir
- Mira niña, en realidad sería fácil. Si estás tan deseosa de servir a Mi Dueño solo tienes que cumplir un par de condiciones en las que, además, puedo ayudarte; pero, claro, quiero que me confirmes que estás dispuesta a hacerlo porque lo que no quiero es perder mi tiempo o dedicarlo a hacer algo que de entrada sé que no va a llevar a ninguna parte.
- Señora Maria_S por supuesto que estoy dispuesta a hacer lo que sea preciso para volver a encontrarme a los pies de tu Dueño. Sé que lo hice mal y haría cualquier cosa por rectificar mi error.
- Pues………… creo que sería fácil; solo tienes que humillarte ante Él demostrándole sin lugar a dudas que estás dispuesta a hacer lo que haga falta; contando con mi ayuda y sin comentárselo a Él, le daríamos la sorpresa y estoy segura de que te volvería a admitir.
- Y ¿qué es lo que tendría que hacer yo para ello? ¿cómo podría demostrarle que haría cualquier cosa por estar a Sus pies?
- A ver, cielo, siempre has mostrado mucha resistencia a cumplir alguno de Sus deseos como el de vestir con falda; estoy convencida de que si te la pones y vienes a casa a una hora dada en la que quedes conmigo que Él no esté, yo te ayudo a maquillarte y a peinarte. Luego solo tendrías que arrodillarte ante Él y ofrecerle tus bragas sin decir nada. Estoy segura de que funcionaría.
La pantalla se queda quieta mientras Maria_S la mira sonriendo esperando la respuesta. En su interior está sorprendida de lo fácil que está saliendo todo; zuria es una niña terca, y ella lo sabe bien, a la que la suele costar dar su brazo a torcer. En ese momento sale una nueva línea en la pantalla del ordenador.
- Pero………….. es que yo no tengo ninguna falda.
- Bueno, si lo deseas yo puedo quedar contigo y te ayudo a comprarla
- Pero es que yo no quiero cambiar de estilo de vestir y…………… no sé si usted sabría aconsejarme bien.
- Cielo ¿te recuerdo que tengo prácticamente el título de modista? – responde Maria_S empezando a impacientarse.
- Vale pues ya me la compro yo y le aviso para que quedemos.
Pasan los días y zuria se siente incapaz de encontrar algo que la guste; algo que la haga sentirse cómoda. Esa tarde está apesadumbrada pues no sabe si será capaz de encontrar algo que pueda irla bien y que convenza al Sr. Txiria. Con esos pensamientos en la cabeza y sabiendo además que Él ya tiene otra sumisa en Asturias, abre el ordenador sin saber muy bien para qué; en todos estos días que han pasado no ha hablado para nada ni con Él ni con la Sra. Maria_S.
Al ver el nick del Sr. Txiria en su lista de contactos su corazón da un vuelco y piensa que quizá sea capaz de hacerle cambiar esa forma de ser aceptada por otra; sabe que el Sr. Txiria es un hombre paciente y que suele ser capaz de aceptar soluciones intermedias. Sin pensárselo dos veces, y sabiendo que siempre que Le ha abierto el Messenger la ha respondido, abre la conversación con Él
- Hola
- Hola linda niña, ¿cómo estás? ¿qué tal todo? ¿cómo te van las cosas?
zuria se siente bien al leer ese saludo en la pantalla siente que no es, exclusivamente, cortés sino que realmente a Él le importa lo que la pasa. Así que le contesta:
- Bueno pues no muy bien. La verdad es que he estado hablando con un Amo pero es que no siento que él me imponga ningún tipo de respeto por ello no sé que decirle.
- ¿Púes??? ¿qué es lo que te pasa con él???
- Que cuando me dice algo no siento la necesidad de hacerlo; no siento que se me imponga ni siento placer al hacer lo que me dice
zuria se siente bien al contarlo. Sabe que es la verdad pero, además, siente que eso puede hacer despertar nuevamente el interés de Él por ella. Continúa escribiendo.
- Señor, ¿no será que yo no soy realmente sumisa? ¿qué esto no es más que un espejismo?
Según lo envía casi se arrepiente de haberlo hecho y si la dice que no que no lo es ¿qué va a hacer ella?
Aparece una línea de escritura en su pantalla y, para su alivio pone lo siguiente
- Deja de pensar tonterías, cuando una persona sumisa no siente la atracción de someterse a un Amo no es que ella no sea sumisa sino que éste no es Amo para ella ni ella sumisa para él. Y tu, te lo puedo asegurar, sí que eres sumisa.
zuria respira aliviada; hay una posibilidad aún de estar con Él si así la considera.
En su casa el Sr. Txiria le dice a Maria_S
- Fíjate lo que Me pone esta niña; Me pregunta si es que no será sumisa y solo hay que recordar como se ponía en cuanto Yo la hacía algo
- ¿De quién hablas, mi Cielo? – responde Maria_S, mientras sigue jugando la partida de cartas.
- De zuria, de quién va a ser; al final voy a pensar que no sabe dar importancia a lo que realmente la importa.
- Pues quizá sea eso porque desde que le dije lo que tenía que hacer no ha vuelto a abrirme el Messenger y... ... ... que quiere que le diga no me parece normal.
- Pues no, no lo es. Pero ya sabes como son estas perritas, en vez de agradecer lo que las das, aunque lo hagas por Mí se lo das a ellas, parece como que te vuelvas invisible a ellas.
- Sí la verdad que no las entiendo. En vez de aprovechar que puedan tener una aliada, una amiga que las ayude a obtener lo que desean, parece que se aíslen de mí intentando centrarse solo en Vd. sin darse cuenta de que yo soy una parte muy importante Suya.
- La más importante, Mi dulce niña, la más importante.
Mientras hablan el Sr. Txiria menea Su cabeza con pesadumbre vuelve a ser la historia repetida; el egoísmo de estas niñas es tal que no se dan cuenta de que pierden su propio fin por desviarse del mejor camino para lograrlo.
Otra línea está tilitando en la pantalla del ordenador.
- ¿Y cómo está tan seguro de que no es un espejismo? – al leerla el Sr. Txiria sonríe pues, a pesar de lo que está poniendo, la niña zuria es incapaz de tutearle.
- Solo piensa en todo lo que has sentido y como lo has sentido cuando estabas conmigo. En como tu voluntad temblaba y se inclinaba ante la Mía y, lo más importante, como eso te hacía feliz y te hacía gozar.
- En eso tiene toda la razón.
La pantalla se queda parada durante un momento mientras zuria cree que ha llegado el momento de hacer la pregunta clave.
- Señor, cuando me despidió de Su lado, me dijo que no habría marcha atrás. ¿Es eso así de cierto? ¿no hay ninguna posibilidad de darla?
- Mira, cielo Yo nunca digo nunca jamás. – escribe el Sr. Txiria, mientras menea nuevamente la cabeza al darse cuenta de que pretende saltarse a Maria_S y lo que ha hecho por ella mientras piensa “esta niña no se da cuenta de nada, si viene de nuevo a Mi (que no lo creo) tendrá que ser a través de Mi preciosa esclava”- pero, sinceramente, no creo que seas capaz de cumplir con las condiciones necesarias para que Yo de marcha atrás.
- ¿Por qué? ¿Cuáles serían esas condiciones? – pregunta zuria con el corazón en un puño.
- Que Me dejes claro que no Me vas a volver a fallar, llevando algo a acabo que Yo considere impensable en ti pero que tú sabes que Me gustaría mucho.
- Y eso, ¿qué podría ser Sr.? – al leer la frase el Sr. Txiria se sonríe dándose cuenta que ella pretende manipularlo; “pobre incauta piensa”
- Yo sé que una de las cosas que más te cuesta, sino la que más, es ir vestida con falda. Si vinieras así a Mi y te humillaras dispuesta a aceptar lo que te iba a pasar ..... es bastante probable que volvieras a ser aceptada, pero......... no lo vas a hacer.
- Y eso que podrías, probablemente, contar con la ayuda de maria para lograrlo...... Sin embargo, no te creo capaz. – continúa el Sr. Txiria.- Tus dudas sobre ti misma, tu poca capacidad de aceptar lo que tienes que llegar a hacer para poder lograr tus deseos, hacen que desconfíe profundamente de que puedas lograrlo.
- Vale, ya vera como lo intento y lo logro. – El Sr. Txiria esboza una gran sonrisa cuando lo lee; considera que es imposible.
El día transcurre así sin más incidentes; todo sigue discurriendo como si nada importante acabara de suceder. Sin embargo, zuria se encuentra llena de esperanzas.
Estas esperanzas se rompen a los pocos días, va acompañada a comprar la famosa falda y con todas las que se prueba se ve horrible incapaz de vestirse con ella; incapaz de dar el paso adelante a pesar de lo que se está jugando.
A pesar de ello, zuria siente que en su interior ha ganado una batalla pues si antes la dijo que no la volvería a aceptar y ahora la dice que si se presenta así lo hará.... ¿por qué no va a cambiar esa humillación por otra?
Desconfiada de lograr lo de la falda pero confiada en conseguir un cambio en la actitud de Él, decide planteárselo a la primera oportunidad que la surja y, en esa tesitura, decide que no hace falta que ella siga adelante con lo de buscar falda. Sabe que Él la conoce bien y que hay diversos castigos, diversas situaciones que ella no iba a llevar nada bien.
Al fin y al cabo, si de lo que se trata es de humillarse a Él, ella está dispuesta a hacerlo y no debería tener tanta importancia que sea de una forma u otra.... ¿o sí? Lo cierto es que a pesar de que considera que su pensamiento es correcto una duda la corroe interiormente de que las cosas sean como ella piensa; pero a ella no la gusta llevar falda y ya está.
Pasan un par de días y por fin coincide con Él en el Messenger. Sin pensárselo y sin respirar decide abrir la pantalla y plantear la cuestión que le correo el alma.
- Buenas tardes, Señor
- Hola cielo, ¿cómo estás???, ¿qué tal te van las cosas???
- Muy bien, gracias y ¿a Uds.??
- También muy bien, ¿qué te cuentas, niña? – zuria traga saliva mientras empieza a escribir en la pantalla
- Pues..... el otro día estuve probándome faldas y..... la verdad no encontré ninguna que me fuera bien. Además fui con mi amiga, la que estudia diseño y ella tampoco me vio bien con ninguna.
- Bien, eso es que no habéis mirado todas las posibilidades pero, como te dije, es tu problema. Yo no confío en que seas capaz de humillarte así.
- No es así, Señor, Vd. sabe mejor que muchas personas como soy y sabe que lo único que necesito es un poco de tiempo pero que lo lograré.- zuria está enfadada, su idea se está viniendo abajo nada más empezar pero ..... decide continuar adelante.- Además, ¿por qué dice que no hemos mirado todas las posibilidades?
- Es fácil, con la cantidad de cosas que hay hoy en día en forma de vestidos largos, minivestidos con mallas o leggins, faldas de todos los tipos, etc.... eso es que no habéis mirado como se debe.- el gesto del Sr. Txiria es duro mientras escribe esto, pues está molesto.- además.... no entiendo porque, si estás tan convencida de que puedes llevar las cosas hasta el final, no has ido con maria que es la que mejor conoce Mis gustos y que seguro que te habría aconsejado bien, pero..... tu misma, la verdad; estoy más convencido que nunca de que no lo conseguirás.
- Señor, que no; que no he encontrado nada que me sirva. Con nada me veía bien y eso me cuesta porque me gustaría estar bonita para Vd. – zuria respira hondo y decide poner su opción en la pantalla. - De todas formas..... ¿puedo hacerle una pregunta?
- Adelante
- ¿Cómo así está tan empeñado con lo de la falda??? Porque hay otras cosas que me humillarían tanto o más.
- No lo creo, sinceramente no lo creo. Opino que es lo que más te humillaría y como mejor demostrarías que estás dispuesta a cumplir lo que Yo te ordene.
- Pero sí que estoy dispuesta a cumplir lo que me mande; no estoy dispuesta a que se vuelva a defraudar de mí, se lo prometo.
- Mira, cielo, eso es lo que Me dices ahora pero luego te pasará como antes que si no quiero que mi novio me vea depilada, que si no puedo hacer esto porque me pilla mal, que si no quiero ir así porque no me veo bien............. etc. Y lo siento no estoy dispuesto a tener que seguir desgastándome contigo; solo si veo que estás realmente dispuesta a rectificar Me lo pensaré en serio.
- Además........... yo creo que a pesar de lo bien que dice que me conoce...... no me conoce tan bien, pues hay otras cosas que sería para mi tan fuertes sin ser las dichosas faldas.- zuria respira hondo al poner la frase, ahí es encuentra, cree ella, su jugada maestra.
- Claaaaaaaaaaaro, claro que la hay. Llevarte por la calle de una correa de perro y similares pero, a parte del hecho de que eso te excitaría tremendamente, no es lo que deseo; lo que deseo es algo privado.
- Pero podría Vd. azotarme delante de otros Dominantes, por ejemplo. – escribe zuria mientras traga saliba, ya no está tan segura de que las cosas vayan a salir como ella quiera.- o exhibirme delante de ellos sirviéndoles; ya conoce bien la vergüenza que tengo para ello.
- niña, niña, mira; te voy a decir que no por dos motivos. El primero es que no considero que sean tan duros para ti como la falda; creo que los ves más asumibles; el segundo es que no estoy en disposición de reunir el grupo de personas que necesitaría para que esto fuera realmente vergonzoso para ti.
Mientras escribe, el Sr. Txiria se ha vuelto hacia Maria_S con una sonrisa y la ha dicho:
- Esta niña aún no ha aprendido; ya te decía Yo que no lo iba a hacer nunca; ahora, después de haber obtenido en que condiciones podría volver, está intentando hacerme cambiarlas.- mientras habla y, a pesar de la sonrisa, menea la cabeza con un deje de tristeza.
- ¿De quién me hablas? ¿no será otra vez de zuria, verdad?.- dice incrédula Maria_S.- no es posible que siga hablándola y, la verdad, no sé como puedes tener tanta paciencia con ella.
- Ya sabes como soy; excepto que Me hagan algo que realmente sea insoportable, no Me gusta cortar las relaciones pero, la verdad, es que ya Me estoy cansando de tanto ven y vengo.
- No me extraña, ya te digo que no sé ni como aguantas tanto.
La pantalla del Messenger presenta una nueva frase.
- Pero le aseguro que cualquiera de esas acciones me humillaría mucho más que lo de la falda.
- cielo, mira, te voy a explicar una cosa que pareces no entender.- escribe el Sr. Txiria mientras se hace el tonto respecto de que sabe la conversación inicial con Maria_S – porque te aprecio has conseguido conocer en que condiciones podrías ser aceptada nuevamente, cuando eso es algo que debería haber salido de ti. Sin que Yo te dijera nada deberías haberte presentado aquí, haberte humillado ante Mi y ante Maria (que intercedió por ti hasta que cometiste esa grave falta) y haber aceptado cualquier condición que Yo te pusiera para volver. En vez de ello, buscas saber eso por el Messenger, no cumples y quieres que te lo cambien a tu medida, sin darte cuenta de que son tus miedos y tus limitaciones las que hacen que no puedas disfrutar de lo que realmente deseas y que no son los demás los que deben dar pasos y cambiar, sino tu la que debes hacerlo.
Acabada de escribir semejante parrafada, el Sr. Txiria se siente bien y relajado; por fin le ha expresado todo seguido y de una sola vez la serie de razones por las que está seguro que zuria no conseguirá su objetivo. Sin embargo,... sin embargo... otra frase aparece en el Messenger.
- Pero es que yo necesito tiempo, no puedo cambiar así de golpe
- Pues tiempo es lo que no tienes, lo que no hay; las cosas tienen su momento y los trenes pasan a sus horas por las estaciones y hay que cogerlos cuando toca, no cuando a uno le da la gana
- Bien, Señor, déme, por favor, un poco más de tiempo y yo.... yo le aseguro que lo conseguiré.
- Vale, de acuerdo. – escribe enfadado el Sr. Txiria.
Le cuenta el final de conversación a Maria_S y ella le dice que no debería haberla dicho eso que esa niña no entiende de tiempos y momentos, pero Él insiste que si es capaz de hacerlo en un poco tiempo no hay porque cerrarla las puertas del todo.
A partir de aquí siguen conversaciones por Messenger y mensajes msm siempre de la misma forma y tono del tipo de “no encuentro nada que me guste” o “es que es mejor que me la diseñen a medida”. Por fin, pasados más de dos meses, y muy cansado, en una de esas conversaciones el Sr. Txiria decide cortar.
- Mira, niña, la verdad es que estoy cansado de este tipo de conversaciones. Ya veo que no nos llevan a ninguna parte y que tu no vas a hacer lo que Yo te digo. Así que.... es mejor que lo dejemos aquí, porque Me encuentro hastiado de hablar del mismo tema y de repetir las mismas cosas.
- ¿Es que no quiere volver a hablar conmigo????.- escribe zuria, angustiada.
- No he dicho que no quiera volver a hablar contigo; he dicho que no deseo volver a hablar de este tema; de cualquier otro tema podemos hablar pero no quiero seguir hablando de esto.
- Pero yo voy a continuar buscando una falda con la que me vea bien.
- Puedes hacerlo; de hecho Me parece bien que lo hagas, pero............ eso ya no tiene que ver conmigo, para nada. A ti te vendrá bien hacerlo pues así estarás más dispuesta a hacerlo cuando se te de la oportunidad.
- Bien Señor, ya hablaremos.- contesta zuria.
Esa noche durante la cena le comenta a Maria_S lo que ha pasado y como ha cortado ya el tema con zuria; ella le dice que ya era hora de que lo dejara claro pues esa niña no hacía más que quitarle tiempo y ganas de hacer cosas, a lo que Él la responde dándola la razón.
Han pasado 15 días desde esta conversación y de repente, zuria abre el Messenger del Sr. Txiria
- Señor, Vd. me dijo que también valen los minivestidos, ¿verdad? Es que he visto unos blusones grandes que se pueden llevar solo con mallas debajo que Me sentarán muy bien.- Txiria se siente impactado al leer eso y suelta una carcajada.
- ¿Qué te hace tanta gracia, cielo? .- le pregunta Maria_S
- Nada lo que acabo de leer que Me ha puesto, zuria.- se lo lee a ella que se queda con la boca abierta.- esta niña se debe creer que los plazos no tienen final. Pero no te preocupes que ahora mismo se lo aclaro.
- Mira, a Mi Me parece que te sentarán muy bien pero.... ¿por qué Me cuentas eso?. – escribe el Sr. Txiria
- Pues porque he pensado en comprármelo y presentarme ante Vd. así
- Ya............ y ¿quién te dice que ahora serías aceptada? Porque ya te dije el otro día que estab a ya cansado de este tema y que no quería volver a hablar de él.
- Pero es que yo pensaba que como aún no tiene otra sumisa....
- tu no sabes si la tengo o no; porque eso no es de tu incumbencia. Además te voy a explicar otra cosita y es que el hecho respecto de ti es un tema de cansancio y ocupación no de que tenga o deje de tener más sumisas. El tener más o menos sumisas, siempre que tenga tiempo para atenderlas a todas, es algo que se dará. Pero una persona que está orbitando a Mi alrededor también requiere tiempo de Mis pensamientos, Mis sentimientos y Mis actuaciones, cosa que tu no pareces darte cuenta.............. y tu estás fuera de ellos. Como tedije no eres capaz de superar tus propios miedos.
- Entonces.......... ¿no tengo nada qué hacer?
- Pues evidentemente, no
La pantalla se queda en blanco y poco después sale el anuncio de que zuria ha salido y ya no está conectada.
- Pobre niña, al fin y al cabo Me da una cierta pena por ella, apenas parece capaz de entender como son las cosas en realidad- comenta el Sr. Txiria al terminar de contarle a Maria_S lo que ha pasado.
- Cierto, pero la verdad es que siempre ha estado perdida.- contesta Maria_S.- nunca ha entendido lo que debería haber hecho que es haber recurrido a Mi haber aceptado todo lo que yo la diga y en el momento que la diga y haberle cogido a Vd. por sorpresa. Solo así podría haber vuelto a ser Suya.
- Que razón tienes, Mi linda esclava, pero que inmensa razón.

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