lunes, 5 de abril de 2010

TARDE DE TRABAJO por rahab de AmoF

Perdida en una montaña de papeles y absorta entre ellos, Soul estaba concentrada en su trabajo, ese que tanto le preocupaba y tanto le tensaba últimamente. Esa tarde había decidido irse a casa, buscando esa calma que tanto ansiaba y que no era capaz de encontrar. Como ya era costumbre, cuando entraba en su casa se quitaba toda la ropa y se ponía su collar, ese que su Amo le había entregado unos meses atrás. Había días que no se ponía nada, y otros, como ese, que se había puesto un kimono de seda, que tapaba lo justo.

El sonido de su teléfono le hizo volver a la realidad. Descolgó sin mirar:

- Si? – contestó con el piloto automático mientras escuchaba la respiración del que estaba al otro lado, que tardaba en contestar
- Con quien hablo? - dijo Él
- Soy su puta mi Amo
- Voy de camino a tu casa
- Sí, mi Amo, gracias.

En el momento en que colgaba el teléfono, todo su cuerpo se aceleró, no lo esperaba, pero estaba sumamente emocionada. Hacía días que no se veían y ella necesitaba que la calmara, que le quitase ese bloqueo mental de los últimos días, y sobre todo, necesitaba sentir el poder que Él tenía sobre ella.

A toda prisa, recogió todos los papeles del trabajo y los guardó en su maletín. No sabía cuánto tardaría en llegar, podían ser diez minutos o dos horas, y ella debía estar preparada para Él. Subió las escaleras mientras se atusaba su larga melena, entró en su habitación y se puso delante del espejo, se pintó los labios “rojo manzana de caramelo” y se quitó el kimono, para observar su cuerpo desnudo.




Ahí, frente al espejo, recordó su última visita… Él le había colocado ese espejo, para que ella aprendiera a mirarse, para que explorara su cuerpo, ese cuerpo que ya no le pertenecía. Y en ese mismo lugar, le hizo ponerse de rodillas, con las piernas separadas, mientras Él se sentaba en una butaca a su lado. Soul se quedó mirando a su Amo a través del espejo, esperando que le diera instrucciones, pero Él le respondió con una media sonrisa, pícara y juguetona (sabía de su timidez) que ella supo interpretar. Estaba nerviosa, pero a la vez excitada, notaba como se humedecía y como se endurecían sus pezones.

Comenzó a tocarse los pechos, cogiendo uno con cada mano, al principio suave y poco a poco subiendo su intensidad, apretándolos y juntándolos, para seguir con sus pezones. Los frotaba, jugaba con ellos, haciendo círculos alrededor, los pellizcaba y estiraba mientras su excitación iba en aumento y su lujuria mojaba su ingle. Su cuerpo comenzaba a balancearse levemente. Aunque mantenía sus ojos en su cuerpo, en sus gestos, en su placer, podía sentir la mirada de su Amo, y esperaba que apreciara esa necesidad latente de bajar sus manos hacia su coño. Soul se le quedo mirando, buscando su aprobación, mientras Él asentía con la cabeza.

Terminó de apretar sus pezones y bajó sus manos lentamente, deleitándose en su cuerpo, pasando con cierta intensidad por su cintura y su vientre, para colocar cada una de sus manos en sus labios mayores. Los cogió y los abrió, enseñando todo su coño a su Señor, que la miraba complacido. Con todos los dedos de su mano derecha, comenzó a jugar con sus labios, con su clítoris, presionando y moviéndolos en círculos, subiendo y bajándolos, mientras su humedad aumentaba y su respiración era más agitada. Sus dedos eran cada vez más incisivos y buscaban introducirse dentro de ella, mezclarse con sus fluidos y rendirse a la pasión. Empotró sus dedos anular e índice, con cierta violencia, para ir metiéndolos y sacándolos, en un ajetreado vaivén, mientras con su dedo pulgar presionaba su clítoris. Aumentaba el ritmo y sus gemidos estaban cada vez más presentes, más sonoros, más intensos, su piel se erizaba y su cuerpo se estremecía, no podía resistir:

- Amo, da permiso a su puta perra para que se corra?
- Si perra viciosa, da salida a tu lascivia

Soul siguió moviendo sus dedos, entraban y salían de su coño a un ritmo frenético, fuerte, hasta que comenzó a tiritar y sus ojos se cerraron para que su cuerpo fluyera, mientras un escalofrío acompañado de un intenso gemido recorría su columna desde el coxis hasta la nuca. Sacó sus dedos y se los metió en la boca, para chuparlos y lamerlos, apreciando el sabor de su vicio, mirando agradecida a su Dueño. Se dejo caer hacia delante, colocándose a cuatro patas, agachó la cabeza y dijo:

- Gracias mi Amo

El reloj del campanario dio las seis de la tarde y le hizo volver en sí, volvió a verse en el espejo recordando, con una amplia sonrisa en su cara. Revisó que todo estaba en su sitio, se puso el perfume que Él le había regalado y los zapatos de tacón rojos acharolados. Bajó las escaleras y se colocó desnuda, con su collar y sus zapatos, a la entrada de su casa, a esperar a que Él llegara. Estaba en la posición karta, que dirían en la Contratierra, con la frente apoyada en el suelo y no podía ver nada, de manera que su oído estaba de lo más afinado, y con el más mínimo ruido su cuerpo se alertaba. Estaba nerviosa, ansiosa, caliente, deseosa…

No sabía el rato que había pasado, cuando oyó las llaves girar en la cerradura. Su cuerpo se tensó mientras se aceleraba su respiración. Estaba emocionada de poder estar a su lado otra vez.

- Buenas tardes, como esta mi perra?
- Bien mi Amo, muy agradecida por su presencia.
- Perra, incorpórate, sube al cuarto y colócate mirando a la pared
- Si mi Amo

Soul se levantó, manteniendo la cabeza agachada y mirando al suelo y subió con la máxima celeridad a la habitación que Él había preparado como mazmorra. Era una habitación mediana, tenía mucha luz, pero habían colocado unas cortinas rojas que creaban un ambiente de lo más sugerente, dejando una iluminación tenue. Encendió unas velas y se coloco frente a la pared, puso cada unos de sus pies a un lado de los topes y con sus manos se agarro a las argollas, quedando su cuerpo es aspa.

Que estaría haciendo su Amo? Cuando iba a subir? Que le iba a hacer? Empezaba a sentir un ligero cansancio en sus brazos y piernas, cuando escuchó como subía por las escaleras. Entró en la habitación sin hacer demasiado ruido, y se fue acercando a ella, hasta que Soul sintió su respiración en la nuca.

- Confías en tu Amo, perra?
- Si mi Amo, estoy en sus manos
- Bien – dijo El.

Se separo de ella y se colocó unos pasos atrás. Soul estaba a la merced de su Amo, en sus manos, su mente había parado y solo sentía. Sentía esa intensidad, esa complicidad que tanto le calmaba y que solo Él era capaz de provocarle, esa excitación. De repente, oyó como algo rozaba el parquet, era un ruido seco, grave, algo arrastraba… Era su látigo, Soul apretó sus nalgas inconscientemente, esperando a recibir en cualquier momento el primero de los pasos que le llevaban a la libertad, a la calma, a esa paz interior que necesitaba…

“Zasssss”, su cuerpo dio un respingo mientras recibía el primer latigazo en sus nalgas.

- Gracias mi Señor – dijo Soul, en un tono lo más tranquilo que pudo
- Gracias mi Señor – volvió a repetir con el segundo latigazo, y así, tras cada uno de los que recibiría en sus nalgas, en sus muslos y en su espalda.

Con cada golpe que recibía, sentía dolor, sentía placer. Notaba como su cuerpo estaba cada vez mas dolorido, más frágil, como su fuerza se iba debilitando con cada azote, como su alma se salía de su cuerpo, como su excitación aumentaba, hasta ese punto de inflexión en el que dejaba de sentir dolor y su lujuria la envolvía, ese punto en el que era libre y se podían escuchar gemidos cada vez más fuertes, ese punto en que el placer de entregarse a su Amo, de demostrarle que aguantaba por Él, la embargaba.

- Date la vuelta zorra
- Si mi Amo

Soul se giró, apoyó su espada en la pared y subió sus brazos, pero le quedaban pocas fuerzas, así que su Amo le tiró unas muñequeras y tobilleras para que se las pusiera. Las recogió del suelo y se las puso rápidamente, para que su Dueño la atara a las argollas, volviendo a ponerla en aspa. Soul agacho la cabeza pero pudo ver como su Dueño cogía la cola de gato y se acercaba a ella.

- Estas cachonda puta?
- Si mi Amo

Su Dueño empezó a golpearle el coño, primero más suave y cuanto más se humedecía, más fuerte. Soul sentía un calor terrible, bien por la pasión, bien por los azotes continuos que recibía. Su vicio hacía que chorreara, que sus muslos brillaran, así que su Amo se acerco y le metió un plug en el culo y un vibrador en el coño.

- Ni se te ocurra correrte perra
- No mi Amo – dijo ella suspirando

Soul aguantaba como podía, haciendo verdaderos esfuerzos porque su excitación no fuera más allá, mientras Él azotaba su cintura y sus pechos, con gran violencia, marcando el ritmo al que su cuerpo se mecía, marcando el ritmo de sus gemidos, de su respiración. Cuando su cuerpo estaba rojo, marcado, ligeramente hinchado, y sus piernas y sus brazos de lo mas doloridos, en ese punto de éxtasis total entre placer y dolor, su Amo la desató y ella cayó directa al suelo. Se puso a cuatro patas como la perra que era, y fue gateando para colocarse a los pies de su Amo. Él la cogió por el pelo y la incorporó, quedándose de rodillas y su cara a la altura de la entrepierna.

Soul se dispuso a desabrochar el botón y la cremallera del pantalón de su Amo, y ya pudo notar como su verga estaba dura. Retiro el bóxer y la cogió con la mano para sacarla. Empezó a lamerla, intentaba ir con calma pero entre la situación y los vibradores, no conseguía controlar su excitación y estaba sucumbiendo a sus instintos más básicos. Se metió la polla en la boca para chuparla, y así lo hizo, jugando con su lengua, saboreándola, succionando. La metía y sacaba de su boca profundamente, apretando sus labios, notando como llenaba su boca, como le faltaba el aire cuando rozaba su garganta. De repente, su Amo la cogió del pelo y la acerco a Él hasta que estuvo pegada a su cuerpo, y así, comenzó a follarle la boca, rápida e intensamente, para correrse dentro de ella. Soul apretó sus labios para ir sacando lentamente la verga de su boca, mientras iba tragando el regalo que su Amo le estaba haciendo. Cuando la saco de su boca, su polla estaba limpia, Soul pasó su lengua por sus labios, buscando los últimos restos de su lefa para saborearlos, esperando ansiosa a que su Amo le diera permiso para correrse…

Este es un relato creado por rahab de AmoF.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia ;)
Mi blog: http://www.pantera-de-las-nieves.blogspot.com/

1 comentario:

  1. A mi mujer le gusta este estado, es una feliz copia de su sensualidad y tengo la fortuna de ver sus labios y vagina que se van humedeciendo hasta llegar al orgasmo, cosa que me prepara para penetrarla, y me lo suplica totalmente entregada.y sin condiciones.

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